P.Morley en «Un tsunami me viene como el culo»

-Pamela, en tu nuevo libro, “El hedor de la apariencia” nos hablas de sociedad, política y economía, haciendo pronósticos del futuro de Europa con gran acierto sin duda, y relacionando tus eventuales hallazgos con lo que vendría a ser “el olor del mundo”. Intelectuales de todas las corrientes se unen al influjo de lo que algunos han acertado a llamar “Premorleyción”, pero para aquellos lectores más intimistas, ese público que también te sigue… dinos, ¿Qué hay de los aromas que hacen de nosotros seres únicos, inigualables?

-Te sigo Bob. Verás, tras continuas exploraciones, puedo afirmar que nuestro particular olor no es más que una manifestación comedida del verdadero aroma, ese perfume extremo que procede del orificio trasero. Ese efluvio que emana de nuestro interior y que impregna nuestra piel con un vaho invisible. Nuestro calor. Nuestra luz. Ese plano de realidad compuesto de iones danzarines, presentes en el hoy, el ayer y el mañana. Añado y me reitero, esa masa etérea y constante presente no importa tiempo, ni lugar. Lo que constituye nuestro “yo” singular, único y como tú bien apuntas, inigualable.

Me atrevo a añadir… que… dirán que las mejores esencias se guardan en frascos pequeños… pero sin duda, para percibir la mejor fragancia, no hay como volver la vista atrás…

-¡Bravo! Queridos oyentes, la intrépida y aventurera Pamela Morley… ¡cualquiera diría que ha estado metiendo el dedo en no les digo dónde!

-¡Qué atrevido Bob! Pero sí, para qué negarlo, animo a los oyentes a que procedan con su índice en su propio autoconocimiento o en el de seres queridos, especialmente para los radioyentes masculinos ¡este hecho no cambia nada! Y la fragancia… ¡un extremo de la de su sobaco de mañana! Sí, repítanselo, ¡ese olor soy yo! y… ¡“A más pelo, más intenso  olor” así que déjenselo crecer  por mero autoconocimiento…! Su yo no tiene misterio alguno…

(risas enlatadas)

-¡Ya lo han oído! resolvamos el misterio de aquí al próximo éxito de ventas de la escritora Barbantesa y ahora, unos minutos musicales…

http://soundcloud.com/acidandee/acid-andee-deepaugust/

Pamela Morley se despide de Bob y sale de la pecera de RADIO CHORRA contenta, satisfecha de haber promocionado su nueva novela. Cena con Casanova, hacen del más y hablan del menos, y se acuestan, con los esfínteres bien relajados.

Pero, pese a todo, en medio de la noche, Pamela tiene una pesadilla. Se despierta asustadísima. Gritando. Con el corazón palpitando a mil revoluciones. Incluso Casanova se asusta, le toca el pecho, la frente. Le retira sus bucles doradísimos de la cara.

A la mañana siguiente Pamela Morley se despierta como si nada. Casanova le advierte que su pelo es más castaño, así que frunce el ceño todavía entre las sábanas, mientras éste relata los sucesos de la madrugada.

Pamela hace por recordar… sí…soñaba con Cooper, su pequeño y gran amigo de la Condalía, el artista poco locuaz.  Éste se encontraba en Metropolis, en el dormitorio de la Morley, de visita, desnudándose, dejando caer prendas que Pamela se ponía a medida que éste se quitaba. Una camiseta “sin estrenar” (¿qué locura es esta?) que tenía escrito en helvética “Psico Party”, un gorro de lana, un pantalón vaquero que algún día perteneció al sugerente culo de Herr Doctor en el casi cabían cuatro flancos de Pamela… el striptease continuaba hasta que, de repente Cooper Moisselle, se volteaba y… con picardía pero decisión, se abría de nalgas para ella y le enseñaba su ano rasurado, calvo, de un rosa extremo, del color de un frigopie…

¡Qué bobada! Piensa la escritora, esto ni es una pesadilla ni es nada…

No obstante la Morley no las tenía todas consigo, sus momentos de sueño agorafóbico solían ser preludio de una tragedia, pero no se había volcado todavía la cafetera hirviendo, ni la habían llamado para cancelarle la hora en la peluquería que buena falta le hacía porque ya no era rubia, así que, falsa alarma…

Pamela Morley abre el periódico mientras disfruta del magnífico desayuno que le ha preparado Casanova. España, sociedad, Internacional….¡Oh dios mío, un Tsunami en Japón! Lo sabía… Pamela Morley corre rauda al teléfono de su cuarto y… piii…un tono… pii…dos tonos…

-¿Sí? -al habla Cooper Moisselle

-Dime si tienes vello en el culo

-¿Pamela?

-Cooper, te lo ruego, es una cuestión de vida o muerte, racionalismo o espiritismo, ciencia o superstición, sentido o sensibilidad, causalidad o relaciones arbitrarias e inconexas…

-… … ¿Me pregunto quién te habrá contado lo de mis ingles brasileiras?

El grito en la noche de Pamela Morley. El llanto del pueblo. Su pesadilla alopécica como antesala de lo irreversible. Las olas arrebatadas que dejan la orilla asiática desolada, como devastadas las fauces del vórtice anal de Cooper Moisselle.

Pamela se viste sin pensar. Se pone su batín chinés transparente y corre a las oficinas de RADIO CHORRA. Se abalanza sobre Bob que está tomando un café mientras relee su guión antes del on air…

-Bob, tenemos que dar una voz de alerta…

Bob la mira fijamente

-Lo que tú digas Pamela querida ¿Es grave?

-Vamos a la pecera

3,2, 1… en el aire

-Estimados radioyentes, algunos  amigos, otros desconocidos, pero todos queridos para mí por ser hijos de los hombres… en relación con nuestra amena charla del día de ayer, les ruego, os ruego… ¡No os depiléis pero… cortaos un pelo para que nuestros hermanos de oriente no sean náufragos de nuestro culo!

… Sé que suena extraño, y es difícil de explicar, se basa todo en una serie de predicciones carentes de base científica alguna, de relaciones dialécticas, de premoniciones que he podido extraer del pompis de un buen amigo mío, como si de una bola de cristal se tratase… aunque en este caso más opaca y oronda… pero en todo caso, si son capaces de creer que el plan de ahorro energético de este país pasa por ir a 110km/h por autovía, por favor, créanme…

Ring ring ring… se oye una llamada de Moncloa…

-Bien amigos, se acabó lo que se daba, empecemos el día con un poco de sexo on stream…

(jadeos enlatados)